Una ardua lucha se está desarrollando en la Región de Aysén, en la Patagonia chilena, en contra del proyecto de Endesa Chile de construir entre 2008 y 2019 cuatro megacentrales en los dos ríos más caudalosos del país, el Baker y el Pascua. Son 2.500 megavatios (Mw), con una inversión prevista de 4 mil millones de dólares, y un tendido de alta tensión de 2 mil kilómetros para inyectarlos al Sistema Eléctrico Interconectado Central (SIC) para su consumo a nivel industrial, fundamentalmente minero.

Organizaciones y ciudadanos de la Región de Aysén han alzado su voz y se han movilizado frente a esta amenaza proponiendo un modelo de desarrollo distinto, alternativo, sustentable, donde el bien común y los derechos de las comunidades estén por encima del lucro y el interés de las multinacionales y sus accionistas. Luchan porque Aysén es una de las últimas regiones vírgenes del mundo, una “Reserva de Vida”. En esta reserva de vida, además de su flora y fauna, tiene un lugar destacado el agua, mucha agua, que nutre sus 110 mil kilómetros cuadrados a través de dos vastos campos de hielos; uno de ellos, el Campo de Hielo Patagónico Sur es, con su 16.000 km2, la mayor masa de hielo del hemisferio austral tras la Antártida. Más de 200 cuerpos de agua dulce -entre ellos el binacional Lago General Carrera/Buenos Aires, segundo más grande de Sudamérica- y ríos, muchos ríos. Un tercio de los caudales chilenos fluyen por esa zona y se estima que en la Patagonia en general (chilena y argentina) se emplaza uno de los reservorios de agua dulce más importantes del mundo.

En el fondo, dinero, mucho dinero, sustentado en un estilo de desarrollo agresivo e insolidario que se está adueñando de los países latinoamericanos. Este modelo no había podido todavía instalarse en la Patagonia chilena debido a su aislamiento viario, ya que no existe comunicación terrestre con el resto del país. La construcción de la Carretera Austral (todavía denominada general Augusto Pinochet) puede acabar con este paraíso natural. Las difíciles condiciones climáticas (el frío en el invierno llega a 25º bajo cero) y la compleja geografía tampoco han favorecido la colonización de las multinacionales.

El poder de las eléctricas en Chile

La empresa Endesa Chile fue privatizada en las postrimerías de la dictadura de Pinochet y transferida a Endesa España en la década de los 90 mediante una cuestionada y multimillonaria transacción. La multinacional española Endesa posee una capacidad energética instalada en Latinoamérica de 12.289 Mw., de los cuales Chile aporta 4.432 Mw. La empresa ha incrementado sus ganancias un 80% en los últimos 4 años. Endesa siempre ha estado cuestionada en Chile, su proyecto más polémico fue la presa de Ralco, en el Bío Bío, cuyo embalse inundó de 3.500 hectáreas de territorio Mapuche, y que se construyó con todo tipo de irregularidades. Los informes técnicos encargados por la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) rechazaron en principio el proyecto, y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) hizo lo mismo ante la venta forzada de tierras mapuches para la construcción de la represa.

Por otra parte, al adquirir el grupo Angelini por 222 millones de dólares parte de la empresa eléctrica Colbún (grupo Matte), se han unido los más importantes grupos económicos chilenos en la segunda compañía eléctrica más grande del país. Endesa y Colbún concentran ya la generación del 76% del Sistema Interconectado Central (SIC). Endesa controla el 49% de la capacidad instalada de generación del SIC y Colbún posee el 27%. Se espera que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) se pronuncie respecto a la concentración que se da en el mercado de generación eléctrica por esta alianza. Ambas compañías piden al tribunal que pronuncie que no se vulnera la libre competencia, indicando que las regulaciones existentes en el país garantizan que no habrá incentivos para actuaciones abusivas entre generadoras, incluso influyéndose a la baja en los costos de transferencia entre generadores. Dicen que el megaproyecto Aysén no implicará efectos adversos en la estructura actual del mercado, pues aseguran que “el mercado de la generación es concentrado, pero altamente competitivo”.

¿Energía para quién?

En Chile sólo un 15 por ciento de la energía que se consume a nivel nacional es para el abastecimiento doméstico, y más de un 60 por ciento es industrial, principalmente minera. Incluso los ejecutivos de Endesa Chile en sus presentaciones han retirado el argumento inicial que justificaba el proyecto por «la incorporación al SIC de nuevos proyectos mineros». Hay que destacar que la minería es el sector económico que menor aporte hace al empleo a nivel nacional, excluyendo al sector Electricidad, Agua y Gas. Hoy sólo 86.690 puestos de trabajo, de 6.024.500 empleos.

En Chile no existe una política energética entendida como una planificación del crecimiento del sector en concordancia con las necesidades del resto de la sociedad. El tema se ha dejado en manos del mercado, o sea, de las empresas eléctricas, que son las que definen dónde, cómo y cuánta energía se genera. La más barata y fácil de obtener en un país con grandes recursos hídricos y pronunciada orografía es a base a megaproyectos hidroeléctricos, de gran impacto sobre el medio ambiente y la población.

Chile tiene un importante potencial de energías alternativas, solar y eólica. Entre Arica y Puerto Montt se ha calculado un potencial de 3.000 Mw de energía eólica. En Aysén y Magallanes la capacidad es superior. Al presentar Chile las mejores condiciones climáticas y geográficas, se debería incentivar la concreción de soluciones energéticas sustentables, que impliquen necesariamente la participación permanente de los actores locales, y condiciones operativas respetuosas con el medio ambiente.

Las megacentrales de Aysén

El proyecto “Energía Austral” consiste en la creación de cuatro megacentrales hidroeléctricas. Con la primera central, llamada “Baker 1”, se pretenden generar 680 Mw de energía y entraría en funcionamiento el 2012, lo que provocará la inundación de 2.300 has. de bosque nativo con una valiosa flora y fauna. Luego se proseguirá con la central “Pascua 2” con 940 Mw, que inundarán 900 has., «Pascua 1”, con 450 Mw y 500 has. a inundar y, la última y mas pequeña en infraestructura, “Baker 2”, pero que será la que cause más impacto, pues inundará 5.600 hectáreas. Si sumamos todas estas cifras, las cuatro centrales inundarán una superficie total de 9.300 hectáreas de bosque nativo de Aisen, patrimonio que se perderá irremediablemente.

El impacto sobre la biodiversidad será de una enorme dimensión. Baste destacar que se destruirían los humedales del Baker, lugar de reproducción de avutardas, caiquenes y flamencos; se inundaría el hábitat natural del gato colocolo, el huillin, el chingue patagónico, el peludo, el zorro culpeo, el carpintero patagónico, y el huemul; y que el río Pascua es el único que no ha sufrido transformaciones, y mantiene un bosque prístino intacto.

Uno de los impactos más graves del megaproyecto Aysén es el tendido eléctrico hacia el norte, un tendido de alta tensión a más de 2.000 Km. hasta Santiago, que atravesaría siete regiones (incluyendo Parques Nacionales y Reservas), arrasando la franja de servidumbre cerca de 30.000 hectáreas.

El impacto social será brutal. El índice de desempleo regional es del 6 %, un@s 2.500 trabajadores/as. El empleo que se daría sería fundamentalmente de origen extrarregional especializado, a lo cual se sumarían las personas que llegarían a la zona por nuevas fuentes de trabajo. Instalar en la zona sur de Aysén cerca de 4.000 nuev@s trabajadores/as (según el Censo 2002 la población total es de 3.837 habitantes), principalmente hombres adultos, además de sus familias, es un peligro no dimensionado para esta zona.

Estos proyectos, y la sumisión de la política energética del país a los objetivos e intereses de las compañías eléctricas, son posibles en Chile gracias a una de las legislaciones de aguas más neoliberales del mundo forjado en dictadura, que privatizó de hecho los ríos creando un mercado del agua, independiente de la necesidad de las comunidades, independiente de su propiedad, independiente de su uso.

Lo que se pretende con estos proyectos es convertir a Aysén en la gran suministradora de energía al resto de Chile. Tras las represas en el Baker y el Pascua, se construirían otras en las cuencas del Palena, Cisnes, Aysén, Bravo, Cuervo, Ibáñez, El Salto y otras 42 cuencas menores. Así lo han informado Faconbridge que ya anunció en abril que espera desarrollar su proyecto Energía Austral por 700 Mw y AES Gener que analiza un proyecto de 500 Mw en la zona.

En este contexto, la Región de Aysén puede terminar por convertirse en el escenario para el desarrollo de iniciativas de gran escala y alto impacto ambiental y social, basándose en la pristinidad y abundancia de sus recursos naturales (por ejemplo, la salmonicultura), y la falta de regulación protectora respecto de la sobreexplotación y contaminación de su capital ambiental (represas, plantas de aluminio, empresas forestales).

Todos estos megaproyectos suponen un atentado contra la calidad de reserva de vida de la zona, cuyos territorios se está gestionando que sean reconocidos como Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera.

La campaña contra las represas y por el futuro de Aysén

Tras el anuncio de Endesa de relanzar estos proyectos hidroeléctricos, diversas entidades de la región de Aysén (Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, el Comité pro Defensa de la Flora y Fauna filial Aysén, la Escuela de Guías de la Patagonia y la Corporación Costa Carrera) iniciaron una campaña informativa. Entre los meses de septiembre y diciembre de 2005 se desarrollaron los talleres «Por Chile y Aysén, aprendamos de la energía». Temas como la participación ciudadana en Chile, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, la legislación hídrica, los sistemas hidroeléctricos, las energías alternativas y el propio anteproyecto de Endesa España fueron planteados por diversos expertos en Coyhaique, en un debate que ha continuado en los meses siguientes y que ha permitido la formación en enero de este año de la “Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida”, que a las cuatro organizaciones iniciales sumó la Cámara de Turismo y Comercio de Puerto Río Tranquilo, la Escuela NOLS y la Agrupación de Defensores del Espíritu de la Patagonia de Cochrane, y que trabaja junto a otras entidades como Ecosistemas de Santiago, Conservación Patagonia y la propia Iglesia Católica.

En su declaración pública fundacional del 2 de enero de 2006 la alianza planteó concretamente que «hemos llegado a la conclusión que este megaproyecto no es coherente con el desarrollo sustentable de la Región de Aysén y la Patagonia ni con la visión de futuro planteada por gran parte de su población a través de distintos procesos participativos, desde la declaración formal de Aysén como “Reserva de Vida” hasta el espíritu de la Estrategia de Desarrollo Regional, y que «intervenir a la escala planteada los más importantes ríos (en caudal, biodiversidad, potencialidades turísticas) de la Región de Aysén no sólo será un verdadero asesinato de estos cauces sino además atentará contra todas las formas de vida de estas cuencas y también contra las condiciones de vida y la visión que quienes habitamos esta tierra tenemos respecto del desarrollo integral presente y futuro para nuestras comunidades, tanto en lo ambiental como en lo cultural, social y económico. Los megaproyectos que intervienen drásticamente a las comunidades atentan contra la evolución positiva en la medida que son estados generados a la fuerza y no constantes y paulatinos como lo es cualquier desarrollo real a escala humana».

Endesa España no se ha quedado parada. Durante este año está ejecutando los estudios de línea base e ingeniería para elaborar su estudio de impacto ambiental, está tramitando la solicitud de concesión eléctrica ante el Gobierno e iniciando un fuerte proceso de lobby y propaganda en la comunidad regional sobre la base de plantear que se podría abaratar el costo de la energía en la región (una de las más caras del país), que darán cuatro mil empleos, que construirán caminos, puertos y aeródromos, en el fondo, que mejorarán sustantivamente la calidad de vida de la población.

En este período la coalición ha hecho, junto a otras organizaciones, presentaciones ante la Contraloría General de la República, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, la Comisión Nacional del Medio Ambiente, la Fiscalía Antimonopolios, las autoridades regionales. En lo fundamental, han cuestionado la campaña nacional de lobby que está desarrollando la empresa, los incumplimientos de mantener informadas a las comunidades sobre los avances del proyecto, la presión a pobladores aislados a firmar autorizaciones para ingresar a sus campos para realizar estudios, el ingreso ilegal en terrenos privados y fiscales, y la «compra de conciencias» a través del regalo de cuadernos con su imagen corporativas a estudiantes de escuelas y liceos públicos (normalmente de bajos recursos), cuyas familias en algún momento tendrán que hacer observaciones a su proyecto. En definitiva, hacer en Chile lo que ya no son capaces de hacer en España.

Un hito dentro del trabajo de la organización de la oposición a las megacentrales fue un encuentro ciudadano en la confluencia de los ríos Baker y Neff, un hermoso lugar que quedaría eventualmente bajo las aguas. El domingo 12 de marzo más de 150 ayseninos y visitantes de otras zonas del país se reunieron para conmemorar el Día Mundial de Acción contra las Represas. Además, en los cerca de 20 talleres de información realizados por la coalición desde enero de este año en la región han participado más de 600 estudiantes, pobladores, dirigentes indígenas y empresarios turísticos, ocasión donde han expuesto sus planteamientos y cuestionamientos a la iniciativa.

La última acción fue la inauguración de las oficinas de campaña y el centro de información a fines de julio, en un espacio que esperan que no sólo sea de encuentro para llevar adelante la oposición a este megaproyecto «sino fundamentalmente ser un lugar de diálogo sobre un desarrollo alternativo, sostenible, distinto para la Región de Aysén. Un espacio para la construcción de Aysén, reserva de vida de Chile y del planeta», señalan en la organización.

Ante la envergadura e impactos de estos proyectos y la responsabilidad en no quedarnos parad@s que tenemos l@s españoles/as, al ser una multinacional con sede en nuestro país la que los promueve, Ecologistas en Acción ha ofrecido a la “Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida” todo nuestro apoyo, que se concretará en una primera fase en una campaña de información a nivel estatal sobre las actuaciones de la multinacional Endesa en Latinoamérica, y en Chile en particular.

Para más información

Se pueden consultar las siguientes páginas web:

http://jovenestehuelches.blogspot.com/

www.defensapatagonia.cl

http://espanol.groups.yahoo.com/group/aysen-reservadevida/

http://www.ecosistemas.cl/1776/channel.html