El viernes 18 de agosto, miembros de WWF-Adena y Ecologistas en Acción, constatamos como las obras de ampliación del Puerto Deportivo Luis Campomanes en Altea (Alicante) continuaban, a pesar que las medidas correctoras impuestas como condicionantes en la Declaración de Impacto Ambiental aprobada por la Generalitat Valenciana, no se estaban cumpliendo. Esas mismas condiciones son las que impuso la Dirección General de Costas a la Generalitat Valenciana para proceder a la adscripción del dominio público marítimo-terrestre, competencia que reserva la Ley de Costas al Estado.

En la zona se podía observar como camiones volquete y excavadoras ganaban terreno al mar, vertiendo áridos. Además se habían colocado bloques de hormigón en la zona recrecida. Estos hechos afectan directamente a la pradera de Posidonia oceanica que circunda al puerto deportivo, la cual es considerada el ecosistema clímax del Mediterráneo, por su alta producción de oxígeno y los beneficios que aporta tanto a la limpieza de las aguas, como a las 400 especies vegetales y 1000 animales que alberga y, por tanto, a la pesca.

Las dos asociaciones ecologistas presentaremos en breve una nueva denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), exigiendo la paralización de las obras hasta que se llevan a cabo las medidas correctoras. También cabe recordar, que WWF-Adena, Ecologistas en Acción y Greenpeace, tienen presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, un Recurso Contencioso-Administrativo contra la aprobación de la ampliación del puerto que la Conselleria de Infraestructuras otorgó a la promotora del proyecto.

Hay que señalar que según informes de la propia Universidad de Alicante, estas medidas impuestas a la empresa Marina Greenwich, promotora del proyecto, como es el transplante de alrededor de 20 hectáreas de Posidonia oceanica y la conservación del molusco Pinna nobilis (conocido como nacra) son de imposible cumplimiento, ya que, se tardaría en realizar alrededor de 2000 años y su coste, cercano a los 100 millones de euros, haría inviable el proyecto.

Como antes señalábamos, se trata del ecosistema clímax del mar Mediterráneo y en la zona de las obras se sitúa la pradera mejor conservada de todo el País Valenciano, indicado así tanto por el CSIC, como por las Universidades de Baleares y Alicante.

WWF-Adena y Ecologistas en Acción exigimos la paralización de las obras en el Puerto Deportivo Luis Campomanes de Altea y la retirada de la concesión de ampliación por parte de la Generalitat, a la concesionaria del proyecto Marina Greenwich. Además nos dirigiremos a la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, para que se retire a la Generalitat Valenciana la adscripción del dominio público marítimo-terrestre de la zona del puerto deportivo Luis Campomanes.