Ante el próximo inicio de la temporada de esquí, que se está retrasando debido a la falta de precipitaciones, Ecologistas en Acción advierte de la necesidad de replantearse el actual modelo de turismo de nieve, basado en cada vez mayores estaciones de esquí acompañadas de grandes desarrollos urbanísticos. Todo ello a pesar de que el cambio climático está haciendo ya inviable estas estaciones de esquí, el incremento del consumo energético, de agua y de otros recursos naturales que ello conlleva y las graves consecuencias ambientales que estas instalaciones están teniendo en los ecosistemas de montaña.

Los estudios científicos elaborados en los últimos años ponen en evidencia que el cambio climático ya está produciendo el progresivo, aunque todavía leve, aumento de las temperaturas en la montaña, el menor grosor medio de la nieve y la mayor irregularidad temporal y territorial de la innivación. Un efecto que actualmente ya se ha podido comprobar debido a la reducción de los glaciares pirenaicos desde mitad de los años 80.

A los efectos del cambio climático, hay que añadir las graves afecciones ambientales que está produciendo en la mayoría de nuestras montañas la presencia y aparición de estaciones de esquí acompañadas de proyectos urbanísticos con cientos de viviendas, hoteles, balnearios, etc en espacios naturales de alto valor ecológico. Además generan la necesidad, artificial, de nuevas infraestructuras de transporte, nuevos servicios, y especialmente nuevos y grandes consumos de recursos naturales, que como la energía eléctrica o los desplazamientos en vehículo privados (además de la deforestación), son a la vez los principales responsables del cambio climático.

Ante esta insostenible situación, Ecologistas en Acción considera imprescindible:

· La paralización de todos los nuevos proyectos o ampliaciones de las estaciones de esquí y los desarrollos urbanísticos en las áreas de montaña, y que la administración pública deje de autorizar la colocación de cañones de nieve.

· El progresivo desmantelamiento de estas infraestructuras, que terminarán siendo obsoletas, y la regeneración ambiental de las zonas de montaña actualmente afectadas por ellas.

· Que la administración pública deje de subvencionar o mantener este tipo de actividades, que en algunos casos está suponiendo graves pérdidas económicas para la administración propietaria de las mismas. Especialmente que se deje de subvencionar al sector con ayudas para el seguro de nieve, inversión en cañones, promoción, maquinaria, etc.