Ante las declaraciones de Cristina Narbona, Ministra de Medio Ambiente, Ecologistas en Acción valora positivamente que se generé un debate público sobre el maltrato de animales que suponen las corridas de toros, pero considera que la mejor y única medida posible para evitar la tortura del toro es prohibir las corridas de toros.

Para Ecologistas en Acción las corridas de toros están basadas en la tortura, el dolor y el ensañamiento con el toro, así como en el desprecio hacia los derechos de los animales. Además transmite valores negativos a la sociedad, tales como el uso injustificado de la violencia, el desprecio hacia los derechos de los animales, el disfrute con la tortura y el maltrato animal. Por todo ello considera muy insuficiente la propuesta de Cristina Narbona de que el toro no muera en la plaza, y considera que la única medida que se puede adoptar para evitar el maltrato de los toros es prohibir dichas corridas.

Actualmente la mayoría de la sociedad española se ha posicionado contra las corridas de toros en diversas encuestas y sondeos, pese a lo cual la mayoría de las administraciones españolas siguen apoyando y financiando con dinero público la tortura de los toros, algunas televisiones siguen retransmitiendo corridas de toros en horario infantil, y los partidos políticos mayoritarios siguen mostrándose insensibles al maltrato de los animales, y no reconocen los derechos de los animales.

Ecologistas en Acción insta a todos los partidos públicos a que sean mas permeables a las opiniones de los ciudadanos, y a las administraciones públicas a que dejen de dedicar dinero público a mantener artificialmente las actividades taurinas, mediante la construcción de las plazas, su mantenimiento, la organización de festejos populares, la concesión de subvenciones a los municipios, las subvenciones a las escuelas de tauromaquia y las peñas taurinas, etc. Cuando este dinero debería dedicarse a prioridades como la salud o la educación.

Ecologistas en Acción viene trabajando desde su creación para lograr que a los animales se les reconozcan derechos. En un mundo controlado por la especie humana se han de establecer unas responsabilidades de ésta hacia los animales, domésticos y silvestres, y sus necesidades, resultando imprescindible promover una cultura y una legislación que regule los derechos de los animales. El progreso, la paz y la educación deben conjugarse en armonía con el respeto hacia el resto de los animales, que también forman parte de la naturaleza, con la cual nos relacionamos. El cambio positivo de actitudes hacia los animales como seres no humanos, está íntimamente ligado al respeto global por toda clase de vida y, por extensión, a todo el planeta.