El pasado 14 de Noviembre apareció publicada en el BOP la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de explotación de recursos mineros de la Sección A (arenas y gravas), denominada “El Molino” en el término de Jerez, promovido por Holcim Áridos, S.L.

La desastrosa situación del tramo medio-bajo del Río Guadalete, ya denunciada en reiteradas ocasiones por Ecologistas en Acción Jerez, puede verse agravada aún más si este proyecto minero se lleva a efecto. Esta zona del río cada vez se parece más a un queso de Gruyère.

Según la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, los terrenos donde se proyecta la explotación están clasificados como Suelo No Urbanizable, de Protección Especial. Así mismo la GMU señala que por acuerdo plenario de 14 de noviembre de 2005 y con motivo de la Revisión-Adaptación del PGOU, quedan suspendidas de forma cautelar las autorizaciones de nuevas explotaciones de graveras en ambas márgenes del cauce del Río Guadalete.

Hay que tener en cuenta que los terrenos objeto de la explotación lindan con el Río Guadalete, que ha sido declarado Lugar de Interés Comunitario junto con la declaración de Habitat de Interés Comunitario por los bosques galería del mismo de “Salix (Sauce) y Populus alba (Alamo blanco)”.

Además la pretendida explotación se encuentra enclavada en una zona donde se localizan los yacimientos arqueológicos de Berlanga, Garrapilo, Majarromaque y Puente de la Guareña.

La experiencia de otras explotaciones existentes en el río es que los daños que se realizan durante la explotación, en la mayoría de las ocasiones, son irreparables. Y las restauraciones a las que están obligados los que realizan la explotación, o bien no se hacen o se llevan a cabo de forma totalmente irregular. Este es el caso de la Cantera de Bucharaque, explotada También por Holcim, que en su día fue objeto de una denuncia Judicial por parte de Ecologistas en Acción Jerez y de la que nunca el juzgado nos ha dado una explicación de que pasó con ella.

Nuestra preocupación y nuestras dudas se ciernen en que, una vez aprobado el PGOU se levante la veda y sea concedido el permiso de explotación. Hay que tener en cuenta la permisividad y la política contradictoria que el Ayuntamiento de Jerez y la GMU ha mantenido con el grupo Holcim, ya que mientras se ha manifestado en contra de los proyectos de las térmicas en nuestra zona, por los riesgos de contaminación, ha concedido permiso para que la cementera que Holcim tiene junto a la laguna de Medina, se haya convertido en una gran incineradora de todo tipo de residuos peligrosos que están contaminando nuestro entorno con la emisión a la atmósfera, muy por encima de lo permitido, sustancias contaminantes con las que se está contribuyendo gravemente al cambio climático, según los análisis oficiales que tenemos en nuestro poder.