El momento ideal para plantar un árbol es durante la estación de lluvias, en las zonas tropicales y subtropicales, o el período de letargo, en las zonas templadas, después de la caída de la hoja o antes del brote de las yemas. Los plantones de árboles que se hayan cuidado adecuadamente en un vivero pueden plantarse durante todo el período vegetativo. En los trópicos, pueden plantarse árboles a lo largo de todo el año utilizando técnicas propias de tierras secas.

La manipulación adecuada durante la plantación es condición imprescindible para garantizar un crecimiento sano. La debida preparación del lugar antes y durante la plantación, junto con un seguimiento adecuado posterior, hace posible que los plantones echen raíces rápidamente en el nuevo lugar y superen la dura prueba que se conoce con el nombre de «estrés del transplante», fenómeno que puede frenar el crecimiento y reducir el vigor del árbol.

Las semillas pueden sembrarse en semilleros o en contenedores de plantones (biodegradables, si es posible) preparados con una mezcla de tierra, abono orgánico y tierra. Las plantas necesitarán riego antes y después de la germinación. Reduzca la frecuencia del riego a medida que crezcan los plantones. Proteja los plantones del sol y reduzca gradualmente la sombra a medida que crezcan.

Si decide plantar semillas, recójalas de una zona que tenga condiciones climáticas semejantes al lugar donde va a plantar los árboles. Tome semillas de diferentes árboles maduros y sanos.

Para plantar un árbol:

1. Excave un hoyo que sea al menos dos veces más ancho que el cepellón de las raíces, para que éstas puedan extenderse. Extraiga el árbol de su contenedor, corte con cuidado las raíces quebradas y suelte ligeramente el cepellón. No olvide que el contenedor puede utilizarse de nuevo.

2. Coloque el árbol en el hoyo destinado a su plantación. Levanté siempre el árbol por el cepellón y nunca por el tronco. Extienda las raíces periféricas hacia el exterior. Procure no plantar el árbol a una profundidad excesiva. Compruebe que la línea de suelo del árbol joven es superior a la superficie del hoyo circundante.

3. Con una pala, añada algo de tierra. Compruebe que la profundidad de plantación es adecuada y haga los ajustes necesarios. Compruebe que el árbol está recto. Rellene el hoyo con cuidado pero también con firmeza. Compacte la tierra alrededor de la base del cepellón.

4. No se recomienda aplicar abono en el momento de la plantación. Riegue el plantón abundantemente. No trate de sujetar el árbol con estacas. Cuanto antes pueda el árbol mantenerse por sí solo, antes se fortalecerá.

5. Siga cuidando el árbol después de plantarlo. Protéjalo de plagas y enfermedades eliminando las plantas próximas que puedan provocar daños. Elimine las malas hierbas que compitan con las raíces del árbol en búsqueda de humedad y nutrientes. Proteja el árbol de la destrucción por el ganado.

6. Si procede, espacie los árboles debidamente para evitar la competencia por el aire y los nutrientes del suelo, y favorezca el crecimiento de las ramas. Vigile el peligro de sequía y riegue el árbol si es necesario, sobre todo durante los primeros meses. Observe si las hojas comienzan a ponerse amarillas. Mantenga siempre una circulación adecuada del aire en el árbol podándolo en la forma necesaria para evitar plagas y otras enfermedades.