ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DENUNCIA EN SUS ALEGACIONES LA INUTILIDAD DEL DISTRIBUIDOR SUR Y EL GRAVE DAÑO AMBIENTAL Y PAISAJÍSTICO QUE PROVOCA EN UNA VEGA DE MÁXIMO VALOR.

Se trata de una autopista de 90 metros de anchura que no va a ninguna parte, que costará más de 10 millones de euros, y que corta el camino “natural” de los pueblos de la cornisa sur hacia Granada.

No sirve para comunicar los pueblos con Granada ni éstos entre sí, amenazando, además, con impedir para siempre la necesaria comunicación por tranvía en esta zona.

Esta obra no tiene en cuenta las necesidades de movilidad de las personas, tal y como se recoge en el POTA, donde además se apunta que hay que “favorecer la utilización de las infraestructuras ya existentes y los modos más sostenibles ambientalmente”, por lo que este proyecto va en contra del sentido común, a pesar de que pretenda vender que la velocidad para ir a Granada va a pasar de 16 km/h a 80 km/h. con esta nueva construcción. Mucha rapidez para llegar al primer atasco de siempre.

Esta obra sólo va a favorecer a las grandes superficies comerciales (que ya han anunciado su emplazamiento) y a los especuladores del suelo, que podrían disponer de muchos metros de vega entre los pueblos y la autopista, a pesar de las promesas de mantenimiento de la vega que nos hacen como siempre.

Los problemas de desplazamiento de los habitantes de estas zonas no se solucionan poniendo más asfalto para que pasen más horas retenidos en sus vehículos, sino articulando un transporte público, rápido y eficaz, que solucionaría todos los problemas.
A la larga, si se construye esta carretera y se urbanizan los terrenos colindantes, estaremos poniendo en peligro el acuífero del cual se surte de agua potable la ciudad de Granada y gran parte del área metropolitana.