Rota, Morón y Gibraltar suponen un grave peligro.

Ecologistas en Acción de Andalucía. Revista El Ecologista nº 69.

Son las bases de Rota, Morón y Gibraltar las que representan el mayor peligro nuclear en Andalucía. Casi nadie habla ya de que estas bases podrían almacenar armas atómicas (quizás desensambladas), o de que podrían ser blanco de ataques atómicos en caso de conflicto internacional, o de que el tráfico de buques militares con armamento nuclear a bordo o propulsados por reactores nucleares supone un peligro real para toda la región del Estrecho de Gibraltar. La experiencia nos demuestra que estas instalaciones militares de la OTAN tienen capacidad nuclear: flotilla de submarinos Poseidón (EE UU) en Rota hasta 1979 (con más de 200 bombas atómicas por submarino), accidente de un bombardero estratégico (EE UU) en Palomares el 17 de enero de 1966, accidentes de submarinos nucleares en el Estrecho, etc. Pero nadie en Andalucía, ni la Junta, ni los alcaldes de las zonas afectadas, ni nadie, conoce plan de evacuación, ni de emergencia, ni de nada. El ocultamiento de la información es absoluto.

Pero no debemos olvidar que España es un país completamente hipotecado por las estrategias atómicas de la OTAN (EE UU, Reino Unido, Francia…). En el artículo 11, punto 2 del convenio de mutua defensa España-EE UU se lee: “La instalación, almacenamiento o introducción en territorio español de armas nucleares o no convencionales o sus componentes, quedarán supeditados al acuerdo del Gobierno español”. Y en los anejos del Tratado Bilateral aparece una carta (01-12-1988) de Reginald Bartholomew al entonces ministro de Asuntos Exteriores de España, Fernández Ordóñez, donde se hace responsable de “daños o pérdida en bienes muebles o inmuebles cuando se pruebe que son consecuencia de un accidente nuclear causado por cualquier otro componente nuclear estadounidense que haya dado lugar a tales reclamaciones dentro del territorio español”. ¿Se puede ser más claro?

Gibraltar

Por su parte, el puerto de Gibraltar se ha convertido en los últimos tiempos en base de atraque de submarinos atómicos. En la base militar británica de Gibraltar se hacen reparaciones y avituallamientos sin ningún tipo de seguridad de estas bombas flotantes. El BGM-109 Tomahawk es un misil de crucero de largo alcance, subsónico, de origen estadounidense. Este misil ha sido utilizado por los submarinos de propulsión nuclear USS Providence y USS Florida que han atracado recientemente en Gibraltar para participar en la guerra contra Libia.

Desde la marcha de submarino nuclear HMS Tireless (Reino Unido) en 2001, tras su reparación en el sistema primario de refrigeración del reactor nuclear, han atracado en el puerto de Gibraltar más de 40 submarinos de Reino Unido y EE UU, muchos de ellos armados con 48 cabezas nucleares en un máximo de 16 misiles. Submarinos viejos que han sido reparados para garantizar su operatividad hasta 2024. No es la primera vez que el Ministerio de Defensa Británico reconoce que submarinos de propulsión nuclear, como el Sovereign y el Superb, han sufrido averías en el reactor nuclear, y que sus tripulaciones habían sido desembarcadas para no exponerlas a riesgos innecesarios.

Rota

La situación en la Base Aeronaval de Rota no es muy diferente. Es sabido que “el Gobierno de EE UU desvió submarinos nucleares del puerto de Gibraltar a la Base Naval de Rota por petición expresa del Gobierno de Zapatero para no alarmar a la población civil y evitar enfrentamientos con grupos medioambientales, según uno de los cables filtrados por Wikileaks a los que 20 minutos ha tenido acceso a través del diario noruego Aftenposten”.

En definitiva, la posibilidad de un accidente nuclear, sobre todo en las bases de Gibraltar y Rota, está contemplada desde hace tiempo, sin contar con la posibilidad de que un día –esperemos que esto nunca ocurra– podría haber un conflicto donde se usasen las armas nucleares en la región del Estrecho.