Colaboración especial nº 50.

Celia Muñoz y Berta Iglesias, Rcade. Revista El Ecologista nº 50.

En la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa (Rcade) concebimos la movilización contra la deuda externa como parte de la denuncia más amplia del actual sistema de relaciones entre pueblos y entre personas, basado en el beneficio desmedido y el sometimiento.

La deuda externa evidencia de forma muy clara por qué este sistema es profundamente injusto. Y en este hecho encontramos varios puntos de sinergia con el ecologismo: la crítica al neoliberalismo, la intención didáctica transformadora y la conexión entre lo local y lo global. El ecologismo de raíz también se opone al sistema económico y de valores imperante, que somete a la naturaleza, igual que a los pueblos, a la explotación y degradación continuas.

A su vez, ambos movimientos comparten la intención de formar conciencia. Así, en Rcade, a través de la abolición de la deuda externa, perseguimos el cambio de valores personales y sociales que construya otro mundo posible. La relación armónica con la naturaleza exige un nuevo modelo de producción y un modo distinto de relación interpersonal, más humano y horizontal, asambleario y participativo, que compartimos. Esto se refleja en el funcionamiento en red, con autonomía de los nodos, teniendo presente que la participación responsable conlleva la formación, la búsqueda de coherencia personal y la implicación en las distintas realidades locales sin perder de vista el horizonte global.

Pero es la noción de deuda ecológica, que tomamos del ecologismo, lo que más nos acerca. La deuda ecológica es lo que los países ricos debemos a los demás pueblos por el expolio histórico y actual de sus recursos naturales y sociales, por la contaminación y por la imposición, mediante planes de ajuste estructural, de un modelo productivo neoliberal que explota, privatiza y destruye. La deuda ecológica sirve de herramienta didáctica para mostrar nuestra responsabilidad individual y colectiva, como ciudadanía del Norte, en el deterioro ambiental y social planetario. Sirve para preguntar quién debe a quién. Desde Rcade y desde los movimientos ecologistas, la respuesta no deja lugar a dudas.