Con la participación de un numeroso grupo de simpatizantes y vecinos de Alicante se llevó a cabo esta reforestación en oposición al arranque de centenares de pinos en la Serra Grossa y en general a la degradación de esta sierra emblemática, que junto al Monte Benacantil, suponen las dos únicas áreas forestales naturales que tiene la ciudad de Alicante.

El arranque de cientos de árboles –enmascarado bajo un pretendido trasplante que es técnicamente inviable- es el primer paso para sustanciar una agresión más a la Serra Grossa: la construcción del tramo central del vial Madre Teresa de Calcuta. La construcción de este vial, además de la pérdida de muchos árboles, supondrá el paso de un elevado tráfico justo al pie de una sierra que se ha convertido prácticamente en el último reducto de la Naturaleza en la ciudad de Alicante.

Denunciamos la manipulación de la concejala Castedo al declarar que se van a trasplantar estos árboles. Estas declaraciones suponen un burdo intento de engaño a la opinión pública puesto que todos los expertos ya han declarado la inviabilidad técnica de dicho trasplante. Además, implicaría el despilfarro del dinero público que se destinase a esta farsa.

Resulta lamentable la poca sensibilidad de los responsables políticos hacia nuestro patrimonio vegetal como demuestra que este proyecto coincida con otras actuaciones municipales en esta línea como la pretensión de trasplantar un Ficus monumental situado en el Barrio de Benalúa, donde se pretende hacer un aparcamiento y que ha despertado la oposición ciudadana. Consideramos intolerable el trato que se le da a nuestros árboles manejándolos como mobiliario urbano que se quitan y se ponen según convenga.

Por último, llama la atención la incoherencia de la Generalitat pues su declarada intención de convertir la Serra Grossa en un parque urbano no parece compatible con que simultáneamente inste al Ayuntamiento a desforestar parte de la sierra. Tampoco es coherente con el resto de las agresiones a los que la sierra está siendo sometida últimamente con motivo de obras de infraestructuras del transporte: desmontes efectuados en hitos protegidos, demolición de restos del patrimonio arqueológico industrial y, ahora, la inminente apertura de un nuevo vial que destruirá una de las pocas pinadas de nuestro municipio y provocará una alta intensidad de tráfico en la umbría de la Serra Grossa.

¡SERRA GROSSA: NI UNA AGRESION MÁS!