Colaboración especial nº 50.

Gemma Tarafa y Iolanda Fresnillo, Observatorio de la Deuda en la Globalización. Revista El Ecologista nº 50.

Desde el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) vemos la extraordinaria crisis ecológica que afrontamos como consecuencia directa del actual funcionamiento del sistema económico. Los recursos naturales son vistos sólo como insumos para incrementar la producción y el consumo.

Desde los inicios del ODG, hace ya más de 6 años, hemos tratado la problemática ambiental desde la vertiente de la Deuda Ecológica. Resulta evidente que los impactos de las actividades económicas no se limitan sólo sobre aquellos que deciden hacerlas, sino que afectan a terceros. Los países empobrecidos no son los mayores causantes de la crisis ambiental a pesar de ser allí dónde físicamente se producen buena parte de los efectos (deforestación de las selvas tropicales, extracciones mineras y petrolíferas…). Las causas reales del problema hace falta irlas a buscar muchas veces a las sociedades occidentales y en su consumo desmesurado. Es de esta desigual contribución a la crisis ambiental global de donde parte el concepto de Deuda Ecológica.

Definimos la Deuda Ecológica como la deuda contraída por los países industrializados con el resto de países debido al expolio histórico y presente de los recursos naturales, los impactos ambientales exportados y la libre utilización del espacio ambiental global para depositar residuos.

Las exigencias que los acreedores financieros imponen en los Estados más empobrecidos, con el fin que éstos puedan pagar la deuda financiera, son otro factor que hace incrementar la Deuda Ecológica. Se obliga a estas naciones a desarrollar prácticas ecológicamente destructivas, acelerando, por ejemplo, la extracción de recursos naturales a un ritmo insostenible, con el objetivo de obtener los recursos necesarios para pagar la deuda externa.

El ODG se ha implicado también en la campaña NO te Comas el Mundo, que trata de evidenciar la relación entre el incremento de la Deuda Ecológica y la pérdida de soberanía alimentaria en los países del Sur. Asimismo, hacemos seguimiento y denuncia de los impactos ambientales de mega-proyectos de infraestructuras y de las inversiones de empresas transnacionales españolas en el Sur, especialmente en América Latina, con el objetivo de denunciar su papel como generadoras de Deuda Ecológica.