Dos meses después de la publicación en el Boletín Oficial de la
Provincia de la Ordenanza de Ecoeficiencia Energética y utilización de
Energías Renovables, el Ayuntamiento de Zaragoza ha propuesto alumbrar cinco kilómetros del río, cuatro puentes, el azud y varios edificios del entorno ante lo cual Ecologistas en Acción quiere llamar la
atención sobre el derroche energético y la contaminación lumínica que
supondría esta iluminación

De acuerdo a la información publicada en distintos medios de
comunicación el coste de dicha iluminación supondría un desembolso de
3 millones de euros o de aproximadamente 500 millones de las antiguas
pesetas. Dicha iluminación estaría en funcionamiento durante los meses
de la Expo, pronlongandose hasta las navidades. En dicha propuesta se
llega a incluir incluso el facilitar a las comunidades de propietarios
bombillas de bajo consumo para que puedan colocarlas en los balcones y
encenderlas cuando oscurezca.

Para Ecologistas en Acción abruma pensar la cantidad de energía que
puede llegar a consumirse de un modo tan superfluo. Y es que aunque
los recibos de la luz los paga cada ayuntamiento (al final cada
ciudadano), la factura medioambiental en forma de cambio climático,
lluvia ácida, residuos nucleares o contaminación la paga todo el
planeta.

Ecologistas en Acción opina que el mejor regalo que los ayuntamientos
pueden hacer a sus ciudadanos y a la ciudadanía global es reducir este
absoluto despilfarro energético y no contribuir con él al cambio
climático. Es un derroche de luz, un lujo que sólo podremos
permitirnos en los países enriquecidos mientras la mayoría de la
humanidad siga viviendo completamente a oscuras.

Si continuamente se pide que en nuestras casas sólo utilicemos la luz
que necesitamos, por qué no vamos a hacer lo mismo en nuestras
ciudades. Se podría invocar el Protocolo de Kioto, que España va a
incumplir, para legitimar esta reivindicación, pero Ecologistas en
Acción prefiere apoyarse sólo en el sentido común. Pequeñas medidas
como esta suponen un importante beneficio para el medio ambiente, sin
suponer ninguna pérdida de calidad de vida para nadie.