Con fecha de hoy miércoles, 6 de octubre de 2004, el Boletín Oficial de Castilla y León ( B.O.C. y L.) publica la Resolución de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, por la que se hace pública la Declaración de Impacto Ambiental Favorable sobre la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (P.G.O.U.) en el término municipal de Béjar (Salamanca), en el paraje conocido como ?Rincón de La Condesa? para habilitar un área urbanizable programada como zona de turismo rural con equipamientos deportivos, recreativos, hoteleros, sanitarios, tecnológicos y asistenciales, todo ello por supuesto con área residencial.

A juicio de Ecologistas en Acción la aprobación de este proyecto confirma que mientras las expectativas generadas sobre creación de empleo, rentabilidad y posibilidades del esquí alpino en el entorno de La Covatilla se iban frustrando, detrás del proyecto aparecían otro tipo de intereses relacionados con la especulación inmobiliaria, especulación que se detecta igualmente en La Hoya (en cuyo casco urbano se prevé multiplicar por seis el suelo urbanizable) y sobre todo con el mencionado «pelotazo» de el Rincón de La Condesa.

Ecologistas en Acción recuerda la forzada dimisión de Juan José Estévez como Presidente de Gecobesa, empresa adjudicataria de la explotación de la Estación de Esquí de La Covatilla y la toma de control de la empresa por parte de Francisco Montero, impulsor de este pelotazo urbanístico junto con el Alcalde de Béjar, Alejo Riñones, empeñado en defender este proyecto más allá del deber cumplido.
Con la aprobación ahora de este proyecto se confirma igualmente que lo que se pretende es implantar en la Sierra de Béjar es el modelo ya fracasado de explotación del Pirineo Aragonés, , un modelo de explotación que prima únicamente los intereses económicos especulativos, ligados al enorme urbanismo que se genera alrededor del esquí, y que solo benefician a las empresas inmobiliarias, y a las empresas propietarias de las estaciones de esquí mediante la inyección permanente de fondos públicos y en el que el papel de las Administraciones queda reducido al insidioso doble papel de juez (al aprobar los Estudios de Impacto Ambiental) y parte, al promover las actuaciones, defendiendo intereses políticos y poniendo como excusa el desarrollo de las zonas afectadas a costa de la destrucción irreversible de sus valores naturales.
Ecologistas en Acción, que presentó alegaciones a la modificación que han sido desestimadas, considera que el P.G.O.U. de Béjar vigente se realizó con vistas a un techo poblacional de 30.000 habitantes. Dado que la población no sólo no aumenta, sino que ha ido disminuyendo de forma considerable a lo largo de los últimos diez años y que por otra parte tampoco se ha producido un incremento en la demanda de viviendas y son numerosos los pisos que han ido quedando vacíos y/o en venta, no existía razón ni argumento que justificase esta modificación puntual que logra la recalificación, pelotazo, de una amplia extensión de suelo rústico en urbanizable.
Ecologistas en Acción en cambio considera que el objetivo prioritario de la Revisión del P.G.O.U. debería haber sido la revitalización del Conjunto Histórico, encaminada a frenar el estado de ruina avanzado que presenta buena parte del mismo y el progresivo despoblamiento que ha experimentado en los últimos años, y esta prioridad sólo será posible mediante una reducción drástica de suelo urbanizable en todo el término municipal.
Finalmente Ecologistas en Acción considera que los impactos ambientales que la creación de este nuevo «barrio» residencial va a ocasionar son numerosos e importantes, ya que como siempre el pelotazo urbanístico va ligado a la construcción de un campo de golf que se define cínicamente en el proyecto como «recuperar el paisaje con un control medioambiental sostenido, diseñando un campo de golf…» No es de ninguna manera aceptable el pretender denominar turismo de calidad a una industria que puede implicar la destrucción de valores ambientales y sociales importantísimos y beneficiar sólo a reducidos grupos organizados en detrimento de los intereses de la mayoría, considerando además que el área descrita se encuentra en lo que debería ser el perímetro de protección del Parque Natural de Candelario y Zona Importante para la cigüeña negra según Decreto 83/1995 de 11 de mayo.