La Costa catalana es quizás la costa de la Península ibérica más deconfigurada y desnaturalizada. Esto es debido, en gran medida, a que fue una de las regiones del Estado español que antes se apuntó al carro del desarrollismo.

La concentración de población, actividades económicas y la confluencia de distintos medios (tierra, mar y aire) en el litoral hacen de él un lugar de gran interés para todo tipo de sectores sociales y económicos.

La evolución de la línea de costa influye directa e indirectamente en todos estos aspectos y, sobre todo, en la economía asociada al turismo.

Tenemos que resaltar graves problemas de erosión costera, lo que influye directamente en el tamaño de las playas y la saturación de las mayoría de los municipios costeros, creando graves problemas para mantener el modelo turístico instaurado en la costa catalana.

Gran parte de estos problemas erosivos los tienen los espigones de protección de los puertos, que interrumpen y modifican la dinámica de sedimentos y de corrientes en la costa. Hay que denuciar, en voz alta, que el nuevo plan de puertos no ayuda en nada a solucionar este problema, sino que lo agrava sustancialmente. Este plan habilitará 6.000 nuevos amarres, para lo cual tendrá que desconfigurar un tanto más la costa catalana.

Los cambios costeros son más evidentes en los sectores de costa baja, por lo que son los espacios con mayores problemáticas. La forma sedimentaria más representativa de las costas bajas o costas de acumulación son las playas, donde se acumulan los materiales y, por tanto, deberían estar en continuo avance. La costa catalana se extiende a lo largo de 600 kilómetros, albergando 243 playas arenosas.

En las últimas décadas ha habido un cambio en la tendencia del comportamiento de las costas bajas, apareciendo sectores erosivos, lo que comporta un estrechamiento de las playas que genera todo un conjunto de problemáticas socioambientales.

El paso de los temporales en otoño e invierno cada vez arratra más sedimentos, debido a que el litoral catalán está salpicado de barreras artificiales que le impiden defenderse de las inclemencias del mal tiempo. Y cuando el oleaje choca con un borde litoral artificial y rígido (paseos marítimos, urbanizaciones o muros de diverso tipo) provoca un reflujo que se lleva la arena mar adentro o la lanza sobre el paseo y las casas, lo cuál provoca la pérdida de material sedimentario en la playa y, consecutivamente, dismuye el tamaño de las mismas. Esta información, más que contrastada, estudiada y documentada, está incluida en los documentos sobre actuaciones en playas de la dirección general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente.

Pese a ello, esta administración se empeña en sacar planes de regeneraciones de playas e instalación de diques de protección que son solo soluciones parciales y cuyo resultado será agrandar bastante más el problema, buen ejemplo de ello son las Banderas Concedidas en Barcelona ciudad dondeLa Dirección General de Costas está acometiendo en el último año obras en 6 playas, donde se invertirán 30 millones de euros y donde se verterán un total de 1.145.000 metros cúbicos de arena procedentes de un yacimiento submarino que ya fue explotado anteriormente como zona de extracción en el proyecto «Extracción de áridos submarinos de la zona de Premià de Mar y recargas puntuales de arena en las playas de Premià de Mar, Vilassar de Mar y Cabrera de Mar». La cantidad de arenas que se suponen disponibles en este yacimiento evaluado asciende a unos 2 millones de metros cúbicos. El volumen total a extraer para la realización de las actuaciones previstas en la presente resolución no supera, junto con el que ya se ha extraído para la alimentación de las playas de Premià de Mar, Cabrera de Mar y Vilassar de Mar, dicha cantidad.

El tamaño del proyecto se puede considerar medio alto en cuanto al volumen de áridos a extraer
(1.200.000 metros cúbicos) y a la longitud de costa afectada (casi 5 kilómetros) que incluye la remodelación y construcción de varias obras de defensa. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de un proyecto de reparación o mejora de una actuación ya existente que, debido a problemas en su construcción inicial, ha sido objeto de varias obras de mantenimiento, circunstancia que se pretende zanjar con el presente proyecto.

El dragado inicial podría afectar al LIC ES5110017-4, aunque en un estudio previo de impacto ambiental, no quedaba claro su impacto. De todos modos, según consideramos desde Ecologistas en Acción, se debería haber realizado un estudio en el que, entre otros aspectos, se realizará con detalle un inventario de los posibles impactos sobre los hábitat de interés comunitario que podrían verse afectados por el dragado y el impacto paisajístico en la zona de alimentación y defensa de las playas.

En este proyecto además se plantea la creación de 15 diques sumergidos para evitar pérdidas de arena que dejaran a las playas con muy poca renovación y circulación de aguas pudiendose ocasionar problemas de eutrofización.

Las infracciones a la ley de costas en cataluña también son numerosas un caso esclarecedor del problema lo refleja Blanes donde hay una urbanizacion en la playa de Sa Forcanera que se ha construido ocupa la servidumbre de paso). Es imposible que la ciudadanía pueda llegar a la playa porque esta invadida por carreteras y zonas de propiedad privada. Además, cada año se regenera la playa con arena dragada, porque la rivera ha sido ocupada por carreteras y ya no hay aporte de los ríos. Otro proyecto difícil de encajar en la ley de costas, sino es rebuscando mucho, es la ampliación del Zoológico en aguas de Barcelona. Ecologistas en Acción a día de hoy todavía no ha encontrado el apartado de la ley de costas que legitime la realización de un zoológico en terrenos ganados al mar. Nos duele decir que, con este proyecto, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Medio Ambiente demuestran que su gestión costera es absurda y que no están a la altura de solucionar los graves problemas de erosión costera y contaminación que tiene este municipio. Este año se ha completado la construcción de la plataforma de 8,5 hectáreas ganadas
al mar donde se ubicará este zoológico.

Además tenemos que resaltar que 33 depuradoras repartidas por el litoral catalán tienen serias deficiencias en su funcionamiento y que además, ninguna de ellas está preparada para tratar las aguas residuales generadas en las crecidas poblacionales de las épocas estivales. Debemos recordarle a la administración catalana que la Directiva 91/271/CEE de la Unión Europea sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas, aprobada en mayo de 1991, urge a los estados miembros a tomar las medidas para lograr que todas las aguas residuales sean adecuadamente recogidas y sometidas a tratamientos antes de ser vertidas.