- No es cierto que, como afirma Ruiz-Gallardón, la reducción del tránsito de vehículos en la almendra central se deba a la ampliación de la M-30.
- Las encuestas de movilidad demuestran que esa disminución se viene produciendo de manera progresiva desde hace varios años y que es independiente de las actuaciones sobre la M-30.
- Tampoco es cierto que el tráfico haya ganado fluidez ni que se haya reducido la contaminación.
- Siguen pendientes de desarrollar los planes de movilidad sostenible previstos, así como el Plan Director de la Bicicleta.

Con motivo de la Semana de la Movilidad en Madrid, nuevamente el Sr. Gallardón recurre a manidos discursos sobre medio ambiente y sostenibilidad vial, mientras sus políticas y actuaciones reales siguen fomentando el uso del coche privado y la insostenibilidad medioambiental. Ahora, en otro intento de justificar el despropósito de la ampliación de la M-30, no duda en manipular las estadísticas, mientras se niega sistemáticamente a desarrollar los planes de movilidad sostenible, previstos tanto en la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética (E4) como el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT).

La Plataforma M-30 No Más Coches y el Foro por la Movilidad Sostenible de la Comunidad de Madrid, a los que pertenece Ecologistas en Acción, quieren recalcar que, en contra de lo que afirma Gallardón, los estudios de movilidad más solventes señalan como causa principal de la progresiva disminución del número de viajes dentro de la almendra central la deslocalización de los numerosos centros de trabajo y ocio que han migrado del centro a la periferia, unido al hecho de que miles de personas –muchas de las cuales trabajan en esos centros periféricos– también se han visto obligadas a fijar su residencia en los extrarradios. Esto explica que, desde 1988, mientras en la almendra central el porcentaje de viajes internos ha venido disminuyendo progresivamente, en las coronas periféricas el tráfico ha aumentado más de un 10%.

Por otro lado, cualquier ciudadano puede comprobar diariamente cómo, a pesar de la enorme hipoteca económica y medioambiental que supone la ampliación de la M-30, el tráfico apenas ha ganado en fluidez (dentro de la M-30 la velocidad media es similar a la de 2004), mientras los atascos se multiplican en cualquier punto de la ciudad y los transportes públicos continúan colapsados. Por otro lado, se sigue sin determinar cuándo se pondrá en funcionamiento el PLAN DIRECTOR DE LA BICICLETA que evitaría mucho ruido y contaminación y favorecería la movilidad.

Por otro lado, es sabido que los índices de contaminación del aire siguen por encima de los máximos legales, sin que el Ayuntamiento haya puesto en marcha, como es su obligación, medidas efectivas para reducirla a niveles tolerables. Por el contrario, la pequeña mejora comparativa con respecto al año pasado es atribuible, en su totalidad, a la mayor inestabilidad atmosférica que ha tenido el centro peninsular durante el presente año.

Transcurridos seis meses de la inauguración de la ampliación de la M-30, la Plataforma M-30 No Más Coches y el Foro por la Movilidad Sostenible de la Comunidad de Madrid siguen exigiendo que en vez de discursos interesados se aborde la realización de una auditoría independiente sobre la vía y sus verdaderas consecuencias en el ámbito de la movilidad y el medio ambiente.