Con informes complacientes de la Delegación o de puro trámite como las órdenes de caza y pesca que se deciden finalmente en otros órganos de la Consejería, sin ni siquiera enviar con antelación la documentación requerida para los temas a tratar en el consejo.

La Delegada Provincial, Pilar Pérez, presidenta del Consejo Provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad, evita sistemáticamente que en el orden del día aparezcan temas importantes para la conservación del medio ambiente de la provincia como las minas Cobre las Cruces y Aguablanca, las canteras, los suelos contaminados y la contaminación de los ríos por vertidos de cebaderos y aceituneras o la situación de las vías pecuarias, reiteradamente solicitados por Ecologistas en Acción.

La situación de parálisis del Consejo es fiel reflejo de la actuación de la Delegación Provincial desde la incorporación de Pilar Pérez y especialmente desde que dimitiera el anterior Secretario General Técnico, Tomás Dominguez, desplazado por el ingeniero de minas Salvador Camacho Lucena. Esta actuación está caracterizada por la ocultación de información y la permisividad en la tramitación de proyectos de gran impacto ambiental como minas y canteras, desatendiendo los informes de sus técnicos y guiándose exclusivamente por cuestiones de índole económica y política.

Así, han permitido la instalación de Cobre las Cruces, la mina a cielo abierto más grande de Europa, con informes internos negativos respecto a las emisiones de CO2, y le han autorizado un vertido de metales pesados al Guadalquivir. Se ha consentido la continuidad de canteras en lugares de gran relevancia ecológica y paisajística como la Sierra de Espartero en Morón, y sistemáticamente se frenan las actuaciones sancionadoras de los propios Agentes de Medio Ambiente contra otras canteras ilegales en Pruna y Gilena.

Se sigue abandonando en la desidia el Plan de Recuperación del Guadaira, sin actuaciones de restauración de riberas e incumpliendo reiteradamente los compromisos de convocatoria de la Comisión de Seguimiento y se continúa permitiendo el vertido de purines que Mataderos del Sur está realizando al pantano del Cala desde hace más de diez años.

Se están dejando caducar los expedientes de deslinde de las vías pecuarias de la provincia y hay una parálisis en proyectos de conservación como el corredor verde del Guadiamar. La Delegación ha sido incapaz de poner coto a los desmanes urbanísticos en suelos forestales y no se ha evitado la proliferación de nuevos cultivos.

Ante este panorama, los escasos Consejos se han limitado a tratar temas de puro trámite como son las órdenes de pesca y caza que finalmente se deciden en los Consejos de carácter autonómico y se ha rehuido de los temas propuestos por Ecologistas en Acción, evidenciando la falta de credibilidad de este tipo de Órganos de Participación que hacen de la Participación Ciudadana una farsa a la que Ecologistas en Acción no se va a prestar más.