Ecologistas en Acción dio inicio a la celebración del Día sin Coches [1] con una protesta para denunciar la mayor contribución a la contaminación del aire y a las emisiones de CO2 de los automóviles más potentes y lujosos, entre los que destacan los vehículos todoterreno.

Activistas de la organización ecologista situados en un semáforo junto a la plaza de Atocha en Madrid, entregaron una “distinción” a los coches más contaminantes a medida que iban parando. Las diferencias entre la contribución de unos y otros vehículos a la contaminación del aire en la ciudad –por la emisión de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NO2) o las partículas en suspensión (PM10)– es enorme. Pero también lo es la diferente contribución al cambio climático de cada vehículo –a través de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), proporcionales a su consumo de combustible–.

Los coches más grandes y potentes contribuyen más al cambio climático

El transporte es uno de los principales sectores en cuanto a su contribución al cambio climático, hoy por hoy considerado como el principal problema ambiental al que nos enfrentamos. Más del 80% de las emisiones de CO2 provocadas por el transporte provienen de los coches y camiones.

Las diferencias entre las emisiones de unos y otros modelos de coche son enormes. Muchos coches potentes y vehículos todoterreno emiten hasta más del doble que un utilitario medio para conseguir el mismo fin: transportar a una o, a lo sumo, dos personas. Las emisiones medias de dióxido de carbono de los turismos y 4×4 matriculados en 2006 en España fue, según Faconauto, de un 151,9 gramos de CO2 por kilómetro, pero hay modelos que superan los 400 (ver tabla). La Unión Europea quiere establecer un límite de 120 g de CO2 por kilómetro para combatir el cambio climático.

Los coches más grandes y potentes contaminan más el aire que respiramos

Uno de cada dos españoles respira aire contaminado. La mayoría de ciudades españolas superan los límites recomendados para la protección de la salud de varios contaminantes, especialmente de dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión y ozono troposférico. Estos contaminantes son en gran medida responsables de los incrementos en asmas, alergias y enfermedades cardiovasculares, así como de un elevado número de muertes prematuras.

En España, según el Ministerio de Medio Ambiente a causa de la contaminación atmosférica fallecen 16.000 personas de forma prematura al año. Esto es, 4 veces más personas que por los accidentes de tráfico y casi 10 veces más que por accidente laboral. El tráfico de las ciudades es responsable en un 80% de esta contaminación. Y, también es claro, los coches con mayor consumo emiten más contaminantes que los vehículos más pequeños.

Los 4×4 son más inseguros para todos

El todoterreno medio pesa casi el doble y mide casi medio metro más que el coche más vendido del mercado (el Renault Mégane). Aunque se ha avanzado mucho en materia de seguridad, la mayor potencia y altura de estos vehículos, combinado con la sensación de seguridad que proporcionan –que conlleva la relajación de la atención en la conducción–, puede convertirlos en un peligro en la carretera. El elevado peso hace que su inercia sea mayor y que exista una mayor probabilidad de vuelco y un menor control del vehículo en situaciones de viraje a velocidades excesivas y en situaciones de frenado de emergencia. En 2003 la Agencia de Seguridad de Tráfico de Estados Unidos, informaba de que, en los accidentes por vuelco, el índice de mortalidad de los ocupantes era tres veces mayor en los 4×4 que en los turismos.

Los todoterreno son los vehículos que resultan más peligrosos para los transeúntes en caso de atropello. Otro estudio reciente ha demostrado que un peatón golpeado por un 4×4 de grandes dimensiones tiene el doble de posibilidades de morir que si es golpeado en idénticas condiciones por un turismo de dimensiones normales. También son más peligrosos en caso de un choque lateral contra un vehículo convencional.

Dejar el coche en casa

Por todos estos motivos, Ecologistas en Acción anima a los conductores, y en especial a los que manejan los coches más contaminantes, a dejar su automóvil en casa y a utilizar el transporte público o a desplazarse a pie o en bicicleta. Al mismo tiempo, exige a las diferentes Administraciones a gravar de forma más clara el despilfarro de recursos que suponen estos vehículos mediante impuestos a la matriculación mucho más elevados que los actuales y previstos (que apenas si resultan disuasorios) e impuestos de circulación vinculados al consumo de combustible, sin descartar otras muchas medidas posibles. La salud de todos y la del planeta está en juego.

Tabla comparativa del consumo y emisiones de CO2 de algunos vehículos [2]

Modelo Consumo (litros/100km) Emisión de CO2 (g/km)
Mercedes Benz G (4×4) 16,9 402
Jeep Grand Cherokee (4×4) 16,5 385
Porsche Cayenne (4×4) 14,9 362
VW Touareg (4×4) 14,8 355
Land Rover Range Rover (4×4) 14,9 352
Nissan Pathfinder (4×4) 14,0 337
Audi S4 Cabriolet (Deportivo) 13,8 331
BMW X5 (4×4) 13,5 324
Toyota Land Cruiser (4×4) 12,7 305
Chrysler Grand Voyager (Monovolumen) 12,9 302
Volvo XC90 (4×4) 11,7 281
Porche 911 (Deportivo) 11,4 275
Audi A6 10,8 257
Seat Alhambra (Monovolumen) 10,2 245
Mercedes Benz E 280 10,2 245
Renault Espace (Monovolumen) 9,6 228
BMW 325 9 218
VW Golf GTI 8 192
Opel Astra 7,7 185
Ford Focus 7,1 169
Seat León 7 168
Renault Megane 7 166
Citroen C3 6,1 145
Honda Civic 5,9 139
Smart 5,2 122
Toyota Prius Híbrido 4,3 104

[2] La tabla no es exhaustiva, pues sólo pretende dar una idea de la variación de las emisiones según el tipo de vehículos. Al existir varios subtipos de cada modelo, para calcular las emisiones se ha considerado una media de las emisiones de dichos subtipos. Los datos exactos de emisiones de todos los modelos pueden consultarse en la base de datos del Instituto para el Ahorro y la Diversificación de la Energía (IDAE)