El Gobierno de Aragón ha sacado a información pública el Plan Integral de Residuos 2004-08; sin embargo, ese Plan aglutina un conjunto de errores que desde Ecologistas en Acción queremos exponer:

El Plan nace como continuación de otro anterior cuyos objetivos quedaron ampliamente incumplidos (Por Ej.: Plan Nacional de Residuos Urbanos (2000-06) donde indicaba que en el año 2002 se mantuviera la misma producción de basuras que en 1996). En el nuevo texto, seguimos echando de menos una mayor incisión en la finalidad de Reducir la cantidad de los residuos, en lugar de extendernos en la posterior gestión de recogida. Hasta la fecha ninguno de los objetivos marcados en planes anteriores se han cumplido, por el contrario, la producción de residuos continúa aumentando año tras año: La realidad es que generamos el doble de basuras que hace diez años.

No se definen políticas económicas, ni fiscales acordes con una política que nos llevara a la reducción en cantidad y toxicidad de los residuos que se generan, limitándose a regular sistemas de vertido y a plantear objetivos mínimos o máximos de reciclado que no logran reducir esa cantidad. Por otro lado, la presión de los grupos empresariales sigue hipotecando las políticas de reducción de envases, el uso de sustancias peligrosas en la industria, así como la recuperación y compostaje de todos los biodegradables.

La tendencia de futuro debe ir encaminada al residuo cero, cambiando la concepción del residuo de la realidad actual: de considerarlo algo para eliminar a verlo como un recurso material, teniendo como meta el aprovechamiento íntegro de los residuos como materia.

Para alcanzar ese fin es preciso que los costes ambientales y sociales de la generación y tratamiento de los residuos recaigan sobre sus responsables-productores y no sean asumidos por el resto de la sociedad.

Del total de la bolsa de la basura el 36% son envases, y casi la mitad materia orgánica que podría recuperarse para compost con una separación en origen. Del resto, sólo recuperamos el 28% del vidrio o el 14.35% del papel, mientras que plásticos y metales sólo se recogen en Zaragoza, Borja y Bajas Cinco Villas. Con el grave perjuicio de que estamos incinerando esos envases, en lugar de reciclarlos, provocando la emisión de toxinas y la contaminación atmosférica.

Hemos de recordar que las directivas comunitarias contemplan para un futuro inmediato la recuperación del 60% en vidrios y papeles , del 5% de metal y del 22,5% en plásticos. Unas cifras de las que estamos muy lejos.

El Plan del Gobierno de Aragón en términos generales se queda corto, no se trata de erradicar los riesgos sanitarios y ambientales, sino en la reducción y máximo aprovechamiento de los residuos. Es obligatorio caminar hacia la reducción de envases de usar y tirar, gravando su producción, incidir y penar el sobreempaquetado de los productos con tasas ambientales.

Por otro lado, es preciso extender la recogida selectiva en toda la Comunidad. Ampliar la red de puntos limpios (los 7 actuales son insuficientes), los contenedores para envases (amarillos) y el resto en todos los municipios aragoneses así como recuperación de la materia orgánica