El Rio-Ecologistas en Acción impartirá un Seminario en la sede de Ecologistas en Acción de Sevilla para todas las personas interesadas, dentro de un Proyecto de voluntariado, para detectar cuales son los «Puntos Negros» de los tendidos eléctricos existentes, que están provocando la muerte de aves.

En Andalucía se estima que pueden estar muriendo alrededor de 200.000 aves al año por esta causa, la mayor parte de ellas amenazadas.

El objetivo de Proyecto es promover la corrección de las líneas de alta tensión que se detecten y que esten provocando la muerte de esas especies bien por electrocución o bien por colisión con los cables.

Con este Seminario se inicia el Proyecto y se pretende que los asistentes aprendan a distinguir en el campo cuales son los postes, que por su diseño y ubicación, son los más peligrosos para las aves.

Seminario El Impacto de los Tendidos Eléctricos en la Avifauna

Fecha: 12, 14 y 15 de noviembre de 2007.

Horario: 18:00 a 20:00 horas

Lugar: Centro de Interpretación del Río.
Parque San Jerónimo, s/n (junto al Huevo de Colón). Sevilla


IMPACTOS DE LOS TENDIDOS ELECTRICOS EN LA AVIFAUNA

La electrocución y choque de la avifauna en los tendidos eléctricos es un problema que en los últimos años se ha puesto de manifiesto gracias a diversos estudios realizados en varios países. En Andalucía los primeros datos se obtuvieron a partir de 1982, a raíz de un estudio para evaluar la mortandad que provocaban los tendidos eléctricos en el Parque Nacional de Doñana.

En ese estudio, se concluyó que el 60% de la mortandad del Aguila Imperial estaba producida por los tendidos eléctricos (la población del A. imperial ibérica actualmente es de aproximadamente 200 parejas). Estos datos ya de por sí alarmantes adquieren aún mayor gravedad debido a que se electrocutan aproximadamente 4 hembras por cada macho, debido al mayor tamaño de aquellas, por lo que se está produciendo un desequilibrio en la proporción natural de sexos, que en los próximos años pueden tener consecuencia fatal para la especie. En el caso de esta especie es especialmente alarmante porque a este grave impacto se ha sumado en los últimos diecisiete años la mortandad sufrida por la nueva proliferación de cebos envenenados en los cotos de caza. Según un informe de noviembre del 2000 del Laboratorio Forense de Vida Silvestre, desde 1989 y en sólo ocho años, se constató el envenenamiento de 68 Aguilas Imperiales. De 38 jóvenes marcados en España Central en los 90, un 38´4 % murió por envenenamiento y un 30´8 % electrocutado. Según los modelos matemáticos aplicados a la evolución poblacional de esta especie, se concluye que bajo estas circunstancias, la especie se extinguirá en los próximos 200 años.

Las líneas eléctricas existentes y su proliferación sin las debidas correcciones, pueden llevar pues, a la desaparición total de algunas especies, a la desaparición local de otras y a situar “En Peligro de Extinción” o “En Peligro Crítico” a otras que actualmente están catalogadas como Vulnerables.

En Andalucía pueden estar muriendo anualmente entre 100.000 y 300.000 aves a causa de los tendidos eléctricos. Prácticamente la totalidad de estas aves está protegida en la legislación vigente.

Algunos datos entresacados de ciertos estudios pueden darnos una idea del impacto que producen las líneas eléctricas:

– Más de 1 millón de aves muertas al año en Francia

– 700 aves /Km. de tendido eléctrico en Holanda.

– 611 aves / 10 vanos de tendidos (cables entre dos postes) en Venezuela

– 2.000 aves/ 100 Km. de tendidos en el P.N. Doñana (400 de ellas rapaces).

- 586 Cigüeñas blancas muertas en 40 años en Alemania Federal.

– En un estudio realizado en las áreas de dispersión del Aguila imperial, en 4.119 postes se recogieron 453 cadáveres de 24 especies. De ellas, 249 eran rapaces de 14 especies, entre ellas Aguilas imperiales.

– En los encinares del sudoeste de Madrid se ha estimado la muerte de 40 Aguilas imperiales.

– En 46,7 Km. de tendidos recorridos en Toledo, pertenecientes a 26 tendidos diferentes, se registraron 365 rapaces (de 12 especies diurnas y 4 nocturnas), las dos especies de cigüeñas, y más de 500 pequeñas aves como pájaros carpinteros, palomas y córvidos. De destacar 29 Aguilas perdiceras electrocutadas, cuando en Toledo sólo se conocían 5 parejas reproductoras.

– En 34 Km. de Navarra (8 tendidos), durante 4 meses se recogieron 212 aves muertas de 22 especies, de las que el 61 % eran protegidas. En este estudio, el 16 % de los postes producían electrocuciones.

– En un estudio realizado sobre 2.801 aves que entraron en 5 Centros de Recuperación se destaca que :

a) Entran muchos más jóvenes que adultos y más hembras que machos.

b) El periodo de dispersión de los jóvenes es el que presenta mayor número de entradas en los centros por tendidos eléctricos.

c) El 71% de los individuos que entran por esta causa, mueren durante el tratamiento, tienen que ser sacrificados o incluso mueren antes de llegar.

d) El 13% quedan irrecuperables y sólo un 14 % son liberados.

e) El 62% de las entradas son de Ratonero, Cigüeña blanca y Cernícalo común, por ese orden.

f) Otro 11% son de Aguilas perdiceras, real, culebrera y pescadora, Búho real, Buitres negro y leonado, y Cigüeña negra.

g) Entran aproximadamente el doble de aves por colisión que por electrocución. Esto se debe fundamentalmente a que las que se electrocutan mueren instantáneamente y pasan desapercibidas.

Los tendidos eléctricos producen la muerte de las aves por electrocución o colisión. Entre las rapaces, la muerte en tendidos eléctricos ocurre en un 98,3 % de las veces por electrocución.

El diseño del poste tiene que ver mucho con su peligrosidad. Respecto a la electrocución, los más peligrosos son los que tienen en su diseño los elementos alguno de los elementos siguientes:

– Los que tienen los puentes flojos por encima del travesaño

– Los que tienen seccionadores o transformadores en cabecera

– Los que tienen aisladores rígidos o de amarre

Así por ejemplo, los que tienen aisladores rígidos son 20 veces más peligrosos que los que tienen aisladores suspendidos.

Otro factor de importancia para que se produzcan electrocuciones es el hábitat, de modo que el diseño del poste y el tipo de hábitat explican el 82% de la variación de las muertes.

La mayoría de las bajas por electrocución se producen en unos pocos postes de un tendido, y no homogéneamente a lo largo de él como podría pensarse. Se ha calculado que el 20 % de los postes producen el 80 % de las muertes. Esto tiene una gran importancia de cara a priorizar las inversiones en modificación de tendidos, ya que por ejemplo en Navarra, se calculó que modificando el 11% de los postes se reduciría el 85% de las muertes.

La colisión se produce de manera más local, y en ello tiene que ver mucho la abundancia de aves. Así las zonas húmedas, vertederos, colonias de aves, lugares de reposo, etc., son los lugares en los que los tendidos están produciendo más accidentes por colisión. Otros factores de importancia son la presencia de aves que por sus características de vuelo no pueden esquivar con facilidad los cables, tales como cigüeñas, avutardas, grullas, buitres, etc. Por último el trazado de los líneas respecto a los movimientos locales de las aves, también tiene su importancia.

Algunas organizaciones ecologistas han realizado ya trabajos para detectar los puntos negros de las zonas de su ámbito de actuación más próximo.

ECOLOGISTAS EN ACCION-ANDALUCIA ha realizado recorridos en todas las provincias andaluzas, denunciando la muerte de aves a la Consejería de Medio Ambiente o a la Compañía Sevillana de Electricidad (actual ENDESA). ECOLOGISTAS EN ACCION-ESTATAL realizó hace años una gran recopilación de puntos negros en todo el territorio nacional. No obstante, la proliferación de tendidos eléctricos continúa ( un tendido nuevo fue el que acabó con la última Avutarda de Cádiz), y la revisión sistemática de los tendidos para la modificación o corrección de los miles de kilómetros existentes continúa pendiente.

LEGISLACION

– No existe legislación estatal que regule la instalación general de tendidos eléctricos para proteger a la avifauna. Sí hay normas en algunas Comunidades.

– Normalmente es en la Legislación sobre Evaluación de Impacto ambiental dónde aparecen referencias al tema.

– La Directiva de aves y la Ley de Conservación de la Naturaleza (Ley 4/89) establecen obligaciones genéricas para la protección de aves pero nada en concreto sobre tendidos eléctricos.

– En Navarra, la Ley Foral 2/93, prohíbe el paso de nuevos tendidos eléctricos por los espacios naturales, y establece un plazo de 10 años en los que deben desaparecer

– En Andalucía, la Ley de Protección Ambiental (L. 7/1994) obliga a que las líneas eléctricas de tensión superior a 66 Kv tengan una Evaluación de Impacto Ambiental, (punto 28, anexo 1) y las inferiores a 66 Kv (precisamente las más peligrosas) tengan un Informe Ambiental, menos estricto, (punto 15, anexo 2). La práctica totalidad de las Evaluaciones e Informes Ambientales son positivos, ya que carecen de buenos estudios sobre los riesgos que conllevan para las aves los diferentes trazados propuestos; y además porque priman otros intereses. En nuestra Comunidad, un Decreto del año 1990 establecía la obligación de que en los Espacios Naturales, las nuevas instalaciones eléctricas cumplieran con una serie de características para minimizar el impacto sobre la avifauna. Sólo después de 16 años esta norma se ha extendido a todo el territorio [1] . Sin embargo, sobre las líneas eléctricas ya existentes no se establece ni obligación ni plazo para su desaparición o corrección (exceptuadas las correcciones para evitar la colisión en determinadas ZEPAS, ZEC y entornos de humedales incluidos en el Inventario Andaluz de Humedales). A sólo un año desde que se aprobó esta norma, queda mucho por hacer y legislar para solucionar este grave problema ambiental que afecta a una parte de la Biodiversidad más amenazada.

Notas

[1] Decreto 178/2006, de 10 de octubre, por el que se establecen normas de protección de la avifauna para las instalaciones eléctricas de alta tensión.