Entre el 12 y el 16 de noviembre, los representantes de los gobiernos de la mayoría de países del mundo han mantenido una reunión en Bangkok (Tailandia) para estudiar y desarrollar un plan internacional que controle la contaminación por mercurio.

En este encuentro, siguiendo las recomendaciones que el Consejo de Administración del Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA) hizo en febrero de este año en Nairobi, los delegados han dado los primeros pasos en el diseño de una solución global contra una contaminación que, dada la alta volatilidad del mercurio, ningún Estado puede atajar de manera aislada. Ecologistas en Acción lleva años abogando por un compromiso internacional legalmente vinculante como única manera de afrontar esta grave crisis.

Las ONG, entre las que figura la coalición Mercurio Cero de la que es miembro Ecologistas en Acción, que han participado en esta primera reunión del Grupo de Trabajo sobre el mercurio, consideran que se han dado pasos importantes, aunque todavía queda mucho por hacer.

El Consejo de Administración del PNUMA había encargado que se valoraran las posibles opciones de medidas voluntarias y de instrumentos internacionales legalmente vinculantes, tanto nuevos como existentes. El acuerdo finalmente adoptado por consenso por el grupo de trabajo solicita al secretariado del PNUMA que se elaboren los siguientes documentos para la próxima reunión:
- Un análisis sobre los distintos mecanismos financieros que permite el Convenio de Estocolmo, un tratado sobre acuerdos voluntarios y un análisis en profundidad sobre el modo en que los países pueden desarrollar estos instrumentos para controlar la contaminación por mercurio.
- Una guía sobre las medidas de control que se pueden implantar a escala nacional (teniendo en cuenta las diferentes capacidades) y que se beneficiarían de un marco coordinado internacional, ya sea con instrumentos legalmente vinculantes o con acuerdos voluntarios.

El resultado de las negociaciones se verá en el segundo encuentro internacional, que no será fácil, pero parece que existe un razonable consenso sobre la necesidad de llegar a un acuerdo internacional para controlar la contaminación por mercurio.