El pasado sábado unas 50 personas participaron en la reforestación organizada por Ecologistas en Acción, en el marco de la iniciativa auspiciada por la ONU Plantemos para el Paneta, y que tuvo un marcado carácter reivindicativo, ya que la misma reforestación se realizó en los terrenos de titularidad pública Los Puntales, zona devastada el pasado verano en el mayor incendio forestal registrado en la provincia de Córdoba. La primera mitad se dedicó a sembrar diversas especies de árboles y arbustos autóctonos, y posteriormente, se realizó un pequeño recorrido para conocer el alcance del fuego, el impacto sobre el paisaje, así como los trabajos de restauración que se están realizando actualmente en determinados terrenos de la mencionada finca pública.

En cuanto al lamentable suceso, cabe recordar que toda la información, salvo la ofrecida por el Ministerio de Defensa, coincide en señalar como causante del incendio forestal la deflagración de un proyectil sin explosionar de los utilizados habitualmente durante los meses de invierno y mediados de primavera por las unidades militares destacadas en Cerro Muriano.

En esta ocasión, la superficie afectada alcanzó casi las 5.000 hectáreas, en concreto, 4.900 hectáreas, en contra de lo admitido públicamente por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que mantiene una cifra alrededor de las 4.100 hectáreas.

¿Cuáles son los factores que determinaron la magnitud del incendio forestal? Por un lado, la imposibilidad de atacar eficazmente en los inicios del fuego debido a la presencia de proyectiles dispersos sin explosionar en toda la zona de caída de proyectiles e incluso fuera ésta. Y por otro, la aparición de dos conatos dentro de la parcelación ilegal de Las 7 Fincas, que forzó un traslado de los medios aéreos y parte de los terrestres a la zona para sofocarlos y garantizar la evacuación segura y controlada de los residentes ocasionales de una parte de la citada urbanización ilegal. Este contratiempo, fue absolutamente determinante en la evolución del fuego.

Independientemente de los factores que agravaron los efectos del fatal incendio forestal, lo cierto es que el fuego se inicio dentro del campo de maniobras de la base militar de Cerro Muriano, circunstancia aún no reconocida públicamente por el Ministerio de Defensa. Y claro está, si no se acepta públicamente que el punto de inicio del fuego se sitúa dentro del perímetro del campo de maniobras, no hay necesidad de depurar responsabilidades en el ámbito político. Con esta actitud, el Ministerio de Defensa evidencia una vez más su deseo de mantener al Ejército inmune a cualquier responsabilidad atribuible a cualquier otra Institución del Estado.

Ecologistas en Acción no quiere dejar pasar la ocasión para denunciar públicamente que ninguna de las administraciones públicas
competentes ha tomado cartas en el asunto para evitar que vuelva a
repetirse algo parecido, y quien la ha tomado, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ha sido para proponer una solución que pasa por reducir la biomasa viva y muerta, para cuando deflagre un proyectil, de los muchos que quedan desperdigados por el monte, no haya mucho que arder. A esa técnica se le denomina quemas prescritas, vamos fuego por receta. Se quema antes de que arda de forma fortuita o intencionada y resuelto el problema.