Más comercio, caiga quien caiga
La soja consumida en España procede fundamentalmente de Brasil, Argentina y Estados Unidos. Actualmente se negocia la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) y los países del bloque Mercosur, que persigue incrementar el comercio entre los dos bloques de productos agrícolas y ganaderos, entre otros fines. Si el Acuerdo UE-Mercosur entra en vigor, se calcula que la producción de soja aumentaría en 10 millones de toneladas al año, contribuyendo considerablemente a la deforestación de ecosistemas clave, con graves impactos en la biodiversidad, la crisis climática, la seguridad alimentaria y los derechos humanos
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El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) y los países del bloque Mercosur
Tras más de 20 años de negociaciones, en junio de 2019 se dió luz verde a una de las alianzas comerciales más grandes del mundo: el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) y los países del bloque Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).
Este acuerdo está formado por tres pilares: comercio, cooperación y diálogo político. Sin embargo, la parte comercial es la más relevante y la que más polémica genera. Su objetivo es liberalizar el comercio a través de la reducción de los aranceles comerciales en un 92% de los productos que se intercambian entre ambas regiones, incluyendo la industria agrícola, ganadera, automovilística, química, farmacéutica, textil o incluso el sector servicios. También pretende abrir el mercado de compra pública a nivel nacional a las empresas tanto europeas como del bloque Mercosur, esto es, que empresas de ambos territorios puedan acceder en igualdad de condiciones a los contratos que ofrece la administración pública para externalizar la adquisición o la contratación de obras o bienes y servicios.
¿Qué productos impulsará el Acuerdo UE-Mercosur?
Con la entrada en vigor del Acuerdo los países de la UE aumentarán sus exportaciones en el sector automovilístico, químico y farmacéutico hacia los países del Mercosur. Por otro lado, los países del Mercosur aumentarán sus exportaciones hacia la UE de productos agrícolas y ganaderos estrechamente vinculados a la deforestación en la Amazonia, El Cerrado o el Pantanal, ecosistemas clave en la regulación del ciclo del agua, el mantenimiento del clima o la protección ante nuevos virus y pandemias. Un ejemplo de estos productos es la soja.
Más incendios y deforestación en Brasil, más soja para Europa
La soja brasileña se cultiva en grandes extensiones de monocultivos ligados al uso de agrotóxicos que contaminan la tierra y el agua y tiene graves impactos en la salud de la población local. Estas tierras, a menudo, eran bosques tropicales o importantes sábanas o humedales, pero los incendios y la deforestación ilegal han cambiado su uso a grandes plantaciones sojeras con la connivencia del gobierno de Bolsonaro.
En el último año la Amazonia ha perdido una superficie equivalente a tres campos de fútbol cada minuto: 11.088 km cuadrados de árboles, el equivalente a la extensión de Jamaica. Esto supone un aumento en la deforestación del 9,5% con respecto al año anterior y la cifra más alta desde 2008. A pesar de todo, el presupuesto del Gobierno de Brasil para controlar el fuego es el más bajo de los últimos 20 años. La población local, las comunidades campesinas y los pueblos originarios han sufrido las consecuencias más directas de los incendios y la deforestación, con el desplazamiento de sus territorios ancestrales, el acoso y violencia institucionalizada.
Los monocultivos de soja se destinan mayoritariamente a la exportación para la fabricación de piensos para alimentar el ganado. En 2018, los países europeos importaron 20 millones de toneladas de soja procedente de la Amazonía y el Cerrado. La demanda europea de soja juega un papel clave en la deforestación de estos ecosistemas. De hecho, un estudio reciente de la revista Nature ha señalado que al menos el 17% de las importaciones anuales de soja brasileña de la UE están vinculadas a la tala ilegal en las regiones de la Amazonía y el Cerrado. España también es responsable de estas cifras: es el mayor importador de soja de Brasil dentro de la UE.
Si el Acuerdo UE-Mercosur entra en vigor, se calcula que la producción de soja aumentaría en 10 millones de toneladas al año. Esto contribuiría considerablemente a la deforestación de ecosistemas clave y la pérdida de biodiversidad, así como al agravamiento de la crisis climática. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se incrementarían debido al fortalecimiento de industrias con una huella de carbono alta (p. ej. ganadería industrial), a cambios en el uso del suelo para la creación de pastos y monocultivos y al incremento del transporte entre ambas regiones. Según algunos estudios hasta el 26% de las emisiones GEI están ligadas a la producción para mercados internacionales.
La seguridad alimentaria en peligro
Con la entrada en vigor del Acuerdo UE-Mercosur, las multinacionales químicas de la UE especializadas en la producción de pesticidas -como Bayer y Basf- serían las grandes beneficiadas. El Acuerdo incentiva un modelo agrícola basado en la expansión de monocultivos que requieren grandes cantidades de agroquímicos -los también llamados agrotóxicos- que se vinculan a la contaminación de acuíferos, el deterioro del bienestar animal y los riesgos para la salud humana.
Con la eliminación de los aranceles comerciales, el Acuerdo impulsará la exportación -desde la UE al Mercosur- de pesticidas prohibidos en la UE que, a su vez, serán reintroducidos en el mercado europeo con la importación de alimentos agrícolas y ganaderos. En consecuencia, las personas consumidoras podrían quedar expuestas a sustancias nocivas para la salud. Por ejemplo, 149 de los pesticidas empleados en Brasil están prohibidos en la UE. A pesar de que la UE sostiene que no permitirá la entrada de estas sustancias, la realidad es que los estándares sanitarios y fitosanitarios de la UE y los países del bloque Mercosur son muy diferentes, y el propio texto del Acuerdo indica que el país exportador será responsable de regular los mecanismos de control sobre la seguridad alimentaria de los productos comercializados.
La violación de derechos humanos en aumento
Desde la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil en enero de 2019, las violaciones de derechos humanos se han disparado. Las políticas de protección medioambiental han sido debilitadas e incluso desmanteladas, poniendo a los pueblos originarios en una situación de gran vulnerabilidad. En 2019, las ocupaciones de tierras indígenas se incrementaron un 135% y 16 personas fueron asesinadas por defender sus territorios. En febrero de 2020, el gobierno de Bolsonaro propuso una Ley para abrir las reservas indígenas de la Amazonía a actividades extractivas como la agroindustria, la minería, las hidroeléctricas y el turismo. La entrada en vigor del Acuerdo UE-Mercosur supondrá una fuerte presión extra para las comunidades locales, así como la legitimación, por parte de los gobiernos europeos, de las políticas ecocidas y genocidas de Bolsonaro.
¿Cuándo puede entrar en vigor el Acuerdo UE-Mercosur?
Antes de que el Acuerdo pueda entrar en vigor tiene que ser aprobado por unanimidad en el Consejo Europeo, es decir los 27 países que forman parte de la UE deberán votar a favor de la ratificación del Acuerdo. Después, el Acuerdo deberá pasar por el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales para la decisión final. Sin embargo, debido al secretismo que rodea las negociaciones, se desconoce la fecha para su ratificación, aunque no se descarta que se lleve a cabo en el segundo semestre de 2021.
Debido a sus impactos en el agravamiento de la crisis climática y ecológica, diferentes países como Austria, Francia, Países Bajos y la región belga de Valonia han mostrado reticencias a la entrada en vigor del Acuerdo. En cambio, el gobierno de España es uno de los defensores más férreos y vende el Acuerdo como la solución para la recuperación económica post-covid del país. Por suerte, la sociedad civil a ambos lados del Atlántico está cada vez más organizada con el firme propósito de paralizar este Acuerdo.
Bibliografía
- Kehoe, L., Dos Reis, T.N., Meyfroidt, P. et al. (2020). Inclusion, Transparency, and Enforcement: How the EU-Mercosur Trade Agreement Fails the Sustainability Test. One Earth, 3, 268–272. Enlace
Fecha de consulta: 2 de enero de 2021. - Grain (2019). El acuerdo comercial Unión Europea-Mercosur intensificará la crisis climática provocada por la agricultura. Enlace
Fecha de consulta: 5 de enero de 2021. - Greenpeace Germany (2020). EU-Mercosur: Double standards concerning agrotoxics. How the EU and German companies profit from the sale of pesticides detrimental to biodiversity. Enlace
Fecha de consulta: 22 de diciembre de 2020. - Fritz, T. (2020). Acuerdo entre la UE y el Mercosur: Riesgos para la protección del medio ambiente y los derechos humanos. Enlace
Fecha de consulta: 10 de enero de 2021. - Observatório do Clima (2021). Pushing the whole lot through. The second year of environmental havoc under Brazil’s Jair Bolsonaro. Enlace
Fecha de consulta: 28 de enero de 2021..
¿Bio?diésel
¿Sabías que el biodiésel a base de soja emite el doble de gases de efecto invernadero que el diésel fósil? Aunque vendan los biocombustibles como «soluciones verdes», cultivos como la soja o la palma están asociados a la deforestación y la crisis climática.
Agroindustria y deforestación
El 80 % de la deforestación tropical mundial se debe a la expansión de cultivos como la soja (destinada a engorde de ganado y biocombustibles). Necesitamos frenar esta agroindustria que arrasa la biodiversidad y las formas de vida indígenas y campesinas.
Cultivos que matan
¿Sabías que millones de litros de glifosato y otros agrotóxicos se aplican en los monocultivos de soja transgénica, contaminando suelos, aguas y envenenado a miles de personas? Las resistencias de las poblaciones afectadas no han hecho más que empezar.
Defensoras a riesgo de su vida
Cada año, cientos de personas defensoras de los derechos humanos y del medioambiente son asesinadas en conflictos ecosociales. Las agroempresas, junto con el petróleo, el gas y la minería, son los principales impulsores de esos conflictos.
Más comercio, caiga quien caiga
¿Qué supondría el Acuerdo de Asociación UE-Mercosur? Si entrase en vigor, la producción de soja en Argentina y Brasil se dispararía, contribuyendo a la deforestación de ecosistemas clave, a la erosión de los derechos humanos y DE la seguridad alimentaria.
Cultivo de pandemias
Más del 70 % de las enfermedades infecciosas emergentes proceden de animales. Una amenaza creciente, muy relacionada con la expansión de los monocultivos de soja para el engorde de animales en granjas industriales.
La huella oculta de la soja
El impacto climático de la ganadería industrial suele pasar inadvertido, pero conlleva grandes emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, las granjas extensivas y ecológicas producen alimentos saludables con coste climático mínimo. ¡Conócelos!
Soja (ir)responsable
La UE quiere poner fin a la soja procedente de tierras deforestadas ¿Son los compromisos empresariales o las certificaciones voluntarias herramientas eficaces para conseguirlo? Conoce aquí algunas de las muchas carencias de estas herramientas de lavado verde.
La maquila porcina española
Consumimos mucha soja, aunque no la veamos.Está oculta en carnes, huevos o lácteos de granjas industriales. España es líder europeo en producción de piensos y de cerdos, cada vez más orientados a la exportación. ¿A qué coste? ¿Hasta cuándo?
Pueblos vivos, sin ganadería industrial
50.000 cerdos en Guadix. 20.000 vacas en Noviercas. La demanda de soja crece, de la mano de nuevos proyectos de macrogranjas. Pero cada vez más plataformas locales rechazan los proyectos por los impactos ambientales, socioeconómicos y de salud pública que se evidencian en los territorios.
Otra ganadería es posible
¿Sabes que la ganadería sostenible ha modelado algunos de los paisajes y ecosistemas más valiosos de la Península? Además, está detrás de muchas estrellas de la gastronomía de los diferentes territorios. Conoce las posibilidades de esta forma de ganadería.
Menos carne, mejor salud
La población española consume seis veces más carne de la recomendación máxima, lo cual es poco saludable e insostenible. Mejorar nuestra salud y reducir los costes sanitarios pasa por apostar por dietas menos cárnicas y por la ganadería ecológica o extensiva.
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